En los ítems anteriores
vimos los distintos dispositivos de detección que alertan
al cerebro del sistema de alarma cuando algo perturba el vehículo.
No importa cuán avanzado sea, el sistema de alarma no es
muy bueno si no posee una señal eficaz. Un sistema de alarma
debe accionar una cierta respuesta que disuada a los ladrones de
robar su vehículo.
Como hemos visto, los distintos dispositivos que se instalen operan
para dar señales de alarma eficaces. En el mínimo
de los casos, la mayoría de los sistemas de alarma tocarán
la bocina y destellará las luces cuando un sensor indique
un intruso. Pueden también ser conectados para inhibir el
arranque de la ignición o bien cortar la fuente de combustible
al motor o inhabilitar el vehículo por otros medios.
Un sistema de alarma avanzado deberá incluir inequívocamente
una sirena separada que produzca una variedad de sonidos. El hecho
de producirse mucho ruido perturba la atención del ladrón
del vehículo y muchos intrusos huirán de la escena
tan pronto como el sistema de alarma resuene. Con algunos sistemas
de alarma, se puede programar un patrón distintivo de los
ruidos de la sirena de manera de poder distinguir el sonido de su
vehículo de otros.
Algunos sistemas de alarma juegan un mensaje registrado de voz cuando
alguien camina cerca de su vehículo. El propósito
principal de esto es hacer conocer a posibles intrusos que el vehículo
tiene un sistema de alarma avanzado antes de que intenten cualquier
cosa. Muy probablemente, un ladrón “profesional”
no hará caso totalmente de estas advertencias, pero para
el ladrón aficionado puede ser un impedimento fuerte.
Finalmente, existe otro tipo de sirenas con una batería propia,
lo que se conoce comúnmente como sirena autoalimentada. Esto
consiste básicamente en una sirena que contiene una cierta
lógica, la cual permanentemente se ocupa de controlar que
exista un flujo de corriente eléctrica positiva. Ante la
falta de la misma por cualquier causa que fuera (desconexión
de la batería central del vehículo, corte del cable
de alimentación de la sirena, etc.) genera un disparo el
cual no va a concluir hasta que la lógica detecte que nuevamente
el flujo de corriente eléctrica positiva haya sido reestablecido.
Esto probablemente tenga el trastorno de producir disparos de la
sirena de una cierta duración, el cual se va a extender hasta
que se agote la batería auxiliar, ocasionando molestias a
quienes se encuentren en las proximidades pero, por otra parte,
garantiza la señal de alerta.
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